viernes, 1 de agosto de 2008

Capitulo 30

Autor: Jesús Piña González (México) (1991)
Seudónimo: Chorizardpm
Publicado: 01/08/08

Inés se encuentra en su auto, con las 20 paginas a su lado, se dirige a toda velocidad a…. ni siquiera recuerda a donde va, lo que único que sabe es que debe llegar, su corazón late lento , muy lento, pum, un latido, tres segundo después otro pum… la adrenalina debía hacer que su corazón fuera a toda marcha, pero no, va muy lento, como si el corazón ya estuviera a punto de pararse.
Ve pasar a una pareja de homosexuales, uno rubio y otro moreno, un gordo y un flaco, le parece gracioso, solta una risita, “los opuestos se atraen, le da sabor a la relación”.
Relación, esta palabra comienza a rezumbar en su cabeza, imágenes de mauro y rafa la inundan, mauro sobre rafa, rafa detrás de mauro, disfrutando una faena de pasión y lujuria y quizás solo quizás, amor.
Sacude la cabeza queriendo alejar esas imágenes, pero no se van.
-No son ilusiones son….recuerdos.
Inés no lo quiere aceptar pero son recuerdos, su vida hace dos semanas era diferente a lo que creyó, no, hace una semana, no, ayer era diferente, pero no puede recordar, le duele la cabeza, quiere agarrarse el cuello y romperlo, quizás así acabe el dolor.
La demencia comienza a apoderarse de ella, sus pupilas quieren dilatarse, pero no pueden, sus mano aprietan su cabeza y cuello.
Pero solo es el inicio, ve salir a una mujer, rosa, su amiga, besando a mauro, mientras rafa la toca por detrás, la imagen es digna de las producciones HUSTLER, pero lo que sigue es lo mas perturbador, es ella, es Inés besando la entre pierna de rosa, en un lengüeteo voraz y desesperado.
Inés queda perpleja, esas imágenes, ahora debían ser ilusiones, por la droga se dice, pero también sabe que no era verdad, eran recuerdos de una vida que tenia hace apenas ayer.
Rosa le responde mamando el miembro de mauro, ambas a gatas y ellos detrás de ellas mientras se besan las chicas, formando una “H”, muda de cuatro.
“Esa soy yo”, se dice, pero como, se pregunta, la cabeza parece que le va a explotar, comienza a llorar, no solo por la impotencia de que no puede recordar su vida hace apenas un día, sino por que las imágenes de la orgia, comienzan a excitarle, se va a tocar la entre piernas, cuando escucha un chirrido, chispas comienzan a salir cerca de su ventanilla, se sacude, hacia atrás y adelante con extrema violencia, todo quedo de lado, menos los recuerdos, solo alcanza a razonar, “el auto se volcó”.
Sus hombros están trabado y las hojas desparramadas, alcanza a divisar un edificio, no recuerda haberlo visto, pero sabe que ya había estado allí.

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