jueves, 17 de julio de 2008

Capitulo 14

Autor: Guillermo Aárra (El Salvador) (1979)
Seudónimo: ahora resulta
Publicación: 17/07/08

… pero ¿qué dices Inés, dos hombres, dos amores?, si nada más amo a uno y aborrezco el roce del otro… el roce de su cuerpo, ¡eso es! Corrí a la cocina y preparé el desayuno más delicioso que en la vida hice para nadie, tal vez necesite probar su cuerpo para regresar a lo que fuimos. Poco antes de la media hora, llegó Rafa, me sentía como jugando nuevamente en el juego delicioso del sexo. Rafa no dejaba de mirarme sorprendido, después de nuestra despedida de anoche esto no eran coherente. Frente a frente en el desayunador, en medio de un bocado, Rafa sintió como mi pie derecho, desnudo, se paseaba por sus piernas, bien vestidas, y asomaban su caricia por su sexo, despertando; su mirada jamás fue tan intensa que atravesó mis locuras; solté mi pelo y pasé mi mano izquierda por mis piernas levantando el vestido y dejando ver mi vanidad hecha mujer, me levanté al ritmo de mi lengua sobre mis labios que invitaban a Rafa a pasar a la cama. -es mi turno- le dije, lo tiré a la cama y monté sobre él al tiempo que me despojaba del vestido floreado que me tapaba, mi sostén rojo lo mantuve atendiendo su fetiche, allí se encontraba su verdadero placer. Desnudé su cuerpo con mis dientes y repasé su pecho con mi lengua. Sobre él, el deseo no pudo más, tocó mis pechos, su perdición, mi deleite, se acomodó entre ellos y los besó aun con el sostén cubriéndolos, mientras yo revisé su espalda con mis uñas hasta sentir sus huesos y entender su cuerpo. Me quité el sostén para que diera rienda suelta a su lengua traviesa y sus manos anchas, mis pechos cómplices del sacrificio; saqué el cuchillo que traía conmigo detrás del sostén y lo atravesé justo en medio de su espalda, lo clavé tan hondo que mi pecho pareció sentir la punta del metal que sobrevivió dentro de su cuerpo, agonizando, estaba justo al centro, donde el corazón no encontraría escape y se rindiera luego, no puedo siquiera describir toda la música que mis oídos escucharon al ver volar mi libertad a mi alrededor viendo sus ojos suplicantes con un quejido ya sin aire, me mantuve sobre él hasta dejar de oír latir su corazón y pasar aire a sus pulmones. Lo dejé caer sobre sus rodillas aun con el cuchillo dentro. Me di un baño, limpié su saliva como muestra de mi supuesta victoria, vestí el traje más caro que en la vida me compró Rafa, el más elegante y salí de esa casa. Tengo ya tres días de vagar por las calles sin rumbo, pero con brújula, sin Rafa, buscando a Mauro, poniendo cigarrillos en mi boca y durmiendo en casa de la familia de Rosa… ellos no saben nada de mis encantos y mis perversidades...

3 comentarios:

Unknown dijo...

Bravo... aprovecho saludarlos desde aqui. Estos dos últimos capítulos están buenisimos... ahi va inesita metaforseando.. vamos que suban los otros...
ya como ansias... Josephh apurales.
Un abrazo a todos.
Garlod

Anónimo dijo...

QUE BUENO ESTA!!! FELICITACIONES!!!

Pamy

Alejandro2m dijo...

Vaya capitulazo, lo has dejado difícil amigo, todo un reto.
Me gusta un saludo.