jueves, 17 de julio de 2008

Capitulo 15

Autor: Alejandro Gómez Marín (España) (1983)
Seudónimo: Alejandro2m
Publicación: 17/07/08

Aún siento como mis manos apretaban ese cuchillo contra su espalda, como su vida se extinguía al mismo tiempo que yo recuperaba algo que había perdido hace mucho tiempo.
En mi cabeza tan solo tenía un pensamiento: Mauro. Ni siquiera me preocupa el hecho de que encontraran el cadáver de Rafa en mi casa. Rosa tampoco se atrevía a preguntarme porque veía en mí una mirada distinta, una forma de hablar que no reconocía, ni siquiera yo me encontraba cuando me miraba en el espejo, mi forma de vestir también había cambiado. Ahora era más provocativa, más femenina era como si hubiese liberado a “La Afrodita” que toda mujer lleva dentro, y que tan reprimida está en esta sociedad machista en la que se pone por delante el culto al cuerpo y no al del espíritu, porque la feminidad no solo es tener un cuerpo bonito, es una forma de vida, de sentir las cosas.
Pasaron los días y decidí llamar a Mauro. Cuando cogió el teléfono, a mi no me salían las palabras. Él tan solo dijo con una voz asustadiza:
-¿Qué has hecho?
Y colgó. Volví a sentir aquello que sentí cuando Rafa me dijo aquella frase. Desprecio eso es lo que sentí cuando Rafa y Mauro, los dos amores de mi vida me habían hablado de esa forma. Pero como es posible que Mauro sepa lo que hice, si no lo han dicho en las noticias ni periódicos. Tenía que averiguar que pasaba y decidí volver a mi piso. Cuando llegué no podía creer lo que estaba viendo, estaba todo recogido y no había rastro de Rafa, pero, que había pasado.
Estuve elucubrando toda la noche en que podía haber pasado, entonces caí en cuenta en la conversación con Mauro. Él era el único que sabía de mi secreto, solo él era capaz de ello y si lo había hecho, ¿porqué? Me quedé dormida en el sofá, ya que no sería capaz de conciliar el sueño en la cama donde todo ocurrió. A la mañana siguiente sentí una mano que me acariciaba, despacio abrí los ojos y una sombra se vislumbraba a la tenue luz que entraba por la ventana. ¡Rafa!
-Inés despierta soy yo Mauro.
Pero ¿cómo? No era posible que quisiera de mí……

1 comentario:

Pamela Rodriguez dijo...

Ale, lo hicistes genial! gracias por compartir tus ganas! un abrazo y lo mejor para ti chico!
besos
Pamy