lunes, 14 de julio de 2008

Capitulo 9

Autor: Ronald Arquíñigo Vidal (Perú) (1982)
Seudónimo: Arturo.
Publicado: 14/07/08

Desde aquella tarde, sometida a una serie de cuidados e indicaciones médicas, Inés se sentía desconcertada, imaginando su cuerpo repasado por unas manos que no pertenecían al infeliz de su marido, el Rafa, sino a otras más cálidas. Ansiaba unos labios estrellándose contra su boca abierta, contra su cuello y sus pechos desnudos, ese calor intenso que únicamente le había hecho sentir ese hombre que alguna vez, cuando era chica, correspondió a su amor noble, con la sinceridad de un amor único: Mauro. Recostada en la cama, bajo los cuidados del imbécil de Rafa, ese tipo que le había procurado, más que de atenciones y cariño, de malos ratos, despreciándola y haciéndola sentir peor que una rata, Inés veía en su marido a un ser repulsivo e inseguro. Por el momento Rafa procuraba asistirla, manejando la situación de sus cuidados con una constancia que no le quedaba. Lo encontraba disforzado, preso de esta mujer delicada que reclamaba más que palabras optimistas, de caricias sinceras y ese amor correspondido que una mujer anhela. Su entusiasmo era pobre, y eso se lo debía únicamente a él. Miraba la ciudad bajo la ventana, pensando en aquél nombre que sonaba en su mente como una orquesta mal interpretada, sonando una y otra vez, con golpes de tambor indio: Mauro, Mauro, Mauro… No llegaba a quitarse de la cabeza la idea de encontrarse con el hombre a quien por primera vez había entregado su boca, ansiosa de amar. Cada vez que miraba el crepúsculo delirando de heridas en el horizonte, creía escuchar la voz de Mauro acariciando su nuca, y sentía en el pecho una calidez que la estremecía, pero que se apagaba de pronto una vez advertía la silueta arrogante de Rafa en la puerta, con la medicina en la mano y una sonrisa idiota colgando de sus labios como las palabras que todavía colgaban en su memoria cada vez que lo veía: Inés, eres anticuada y desfasada. Seguro que con Mauro sería feliz, se sentiría una mujer completa, amada y hermosa, sin duda. Ya te fregaste, imbécil, te jodiste, pensó, esbozando una sonrisa, mientras Rafa pensaba que ese gesto de su mujer se debía a que se alegraba de verlo.

1 comentario:

Pamela Rodriguez dijo...

Bello Capitulo Arturo!
Felicitaciones!, los he leido a todos y ahora paso a ejarles comentarios correlativamente,
suerte!
Pamy